6 de enero de 2013

Reflexión sobre el uso y manejo de Twitter.

Lo primero que nos dijeron es que teníamos que crearnos una cuenta de Twitter y publicar cien tweets relacionados con la educación, con el hashtag #primubu12. Pensé que iban a ser demasiados, que no me iba a dar tiempo a publicarlos incluso que se me olvidaría y tendría que publicar el último día cincuenta de golpe, cosa que no podemos hacer. Sin embargo desde el principio me enganché por decirlo de alguna forma a este trabajo que nos habían mandado.

Empecé a leer el periódico todos los días para ver si publicaban alguna noticia sobre la educación y toda la que encontraba la twitteaba. Era una buena forma de mantenerme informada sobre todo lo que ocurría en cualquier lugar del mundo, no solo sobre educación, sino sobre todo tipo de noticias ya sea de política, de economía, de cultura, de deportes…



He hecho retweets a publicaciones que valían la pena, o curiosidades sobre educación, también estas entradas en el blog. He publicado tweets de mi propia cosecha, o fotos que creo que deben conocerse, como esta:

Noticias de mi ciudad, Miranda de Ebro, sobre proyectos que hacían los colegios, sobre la biblioteca, conferencias, exposiciones y desgraciadamente una noticia triste, el fallecimiento de una gran profesora, que siempre trabajo por la educación integral de sus alumnos y el Instituto Fray Pedro de Urbina quiso rendirle homenaje poniendo su nombre a un lugar donde paso mucho tiempo, la biblioteca del centro. Allí hay una placa conmemorativa de “la guardiana de los libros olvidados”.  Tus alumnos nunca nos olvidaremos de ti, Pilar.

Nunca me imaginé que utilizaría el Twitter como una herramienta de aprendizaje durante la carrera y ha sido una experiencia muy gratificante. Me ha servido para estar más informada, sobretodo en educación.
Tengo dos Twitter uno personal y otro destinado a la asignatura, con lo cual, su manejo no me resulto desconocido o difícil.
Gracias a este trabajo he conocido la herramienta Bit.ly muy útil para acortar los links tan largos de algunas páginas.

En resumen, las conclusiones que saco de este trabajo son muy positivas, es un trabajo constante, diario para que no se te amontone, entretenido y sobre todo para aprender y nunca dejar de hacerlo.

Aquí os dejo mi Twitter:  @lidia_garciaUBU

Nunca fallan.

Todo empezaba cuando ibas camino a la cabalgata. Estabas nerviosísima, ibas a ver a los Reyes Magos. Era bonito ver a los niños chillar el nombre de su rey favorito, yo, tenía que esperar al último, a Baltasar.

Cuando acababa ibas a casa y cenabas muy rápido porque querías irte a la cama pronto. Antes de irme a la cama recuerdo como mi madre me decía que dejase los zapatos bien limpios en el salón y que preparase algo para los Reyes, los pajes y sus camellos.


Ya en la cama cerrabas los ojos muy fuerte, lo único que querías era dormirte y despertarte con todo lleno de regalos. Una noche oí un ruido, me tapé muy fuerte los oídos, no quería escuchar nada, podían ser los Reyes y si se enteraban de que les había oído no me dejarían nada. Aún con nervios, conseguíamos dormirnos.


Llegaba la mañana del 6 de enero. Todo lleno de regalos, abrías uno por uno y veías que era lo que habías pedido, la granja de playmobil, algún juego, unos calcetines, pinturas para el colegio y bueno, siempre tenías algo de carbón.


Por desgracia esos momentos no volveremos a sentirlos en nuestra propia piel, de despertar con 5 añitos y…y…y… no saber por dónde empezar, por el grande, por el pequeño, por el azul o por el rojo. A todos nosotros y en especial hoy, nos gustaría ser pequeños.

Pensadlo futuros profes, en unos añitos, cuando estemos dando clase por estas fechas nuestros alumnos más pequeños vendrán a clase con una sonrisa de oreja a oreja contándonos todo lo que les han traído los Reyes Magos.

Sí al fin y al cabo, lo más bonito es que un niño no pierda la sonrisa y menos en estos días tan especiales para ellos, pero también para nosotros.